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whisky o Whiskey

Whiskey – es una de las bebidas favoritas en todo el mundo y es producida a partir de la destilación de distintos granos, mayoritariamente maíz, cebada y centeno. Suele ser destilada dos o tres veces antes de ser añejada en barriles de roble.


El whisky es uno de los licores más populares del mundo y es consumido prácticamente en todos los países del mundo. Los whiskeys más famosos provienen de Escocia, Irlanda, Estados Unidos y Canadá . La bebida suele ser destilada utilizando una mezcla de granos fermentados, aunque a veces se puede utilizar maíz en su lugar.

La mayoría de los bares poseen una amplia selección de whiskeys disponibles detrás de la barra. Vale la pena notar que hay dos maneras de escribir la palabra en inglés: ‘Whiskey”, con una ‘e’ es la forma más utilizada en Irlanda y Estados Unidos, mientras que ‘whisky’ sin la ‘e’, suele ser utilizada en el resto de los países.


Una breve historia del whisky

No existen pruebas contundentes respecto a los orígenes del whisky; sin embargo, tanto Irlanda como Escocia dicen haber sido los creadores de la bebida. Si bien no sabemos qué país fue el primero en destilar la bebida, existe evidencia para sugerir que ambos comenzaron a producir whisky durante el Siglo XV.

Si bien hay evidencia que sugiere que el proceso de destilación comenzó a ser experimentado durante el Siglo II AC – aunque no para la destilación de alcohol – los primeros informes confirmados que tenemos indican que la destilación ocurrió durante el Siglo I DC. A pesar de esto, otros registros indican que recién durante el siglo XIII la destilación comenzó a ser utilizada para la producción de alcohol. Las primeras versiones del whiskey no eran sometidas al proceso de añejamiento y, por lo tanto, no tenían ese sabor suave que poseen los whiskeys modernos. En cambio, el sabor era particularmente crudo y fuerte.


Durante los dos siglos siguientes, las legislaciones y licenciamientos ayudaron a mejorar las técnicas de producción y redujeron ampliamente la producción casera. Las técnicas de producción se mantuvieron con muy pocos cambios desde fines del siglo XIIX hasta comienzos del siglo XIX. Actualmente, la popularidad del whiskey es tal que el whisky escocés es uno de los productos más exportados por Escocia al mundo.


Cómo se hace el whisky

Si bien la introducción de tecnología moderna ha mejorado los métodos de producción, el proceso de elaboración de whisky sigue los mismos cinco pasos: malteado, molido, fermentación, destilación, y maduración. Además, solo hay tres ingredientes básicos necesarios para producir whisky: agua, cebada y levadura.

Los cinco pasos para hacer whisky se delinean con mayor detalle abajo.


1.Malteado

La primera etapa se conoce como malteado, e implica la liberación del almidón de la cebada. El almidón necesita ser convertido en azúcar soluble, que luego es requerida para hacer alcohol. Para conseguir esto, la cebada debe pasar por un proceso conocido como germinación.


Para comenzar, la cebada debe ser remojada en agua tibia durante dos o tres días. Luego de esto, la cebada se dispone sobre el suelo de un establecimiento conocido como casa de malteado. El resultado de este proceso es que la cebada comenzará a desarrollar brotes, en cuyo punto la etapa de germinación está terminada, y la cebada necesita ser secada, lo cual ocurre en un horno.

Tradicionalmente, los hornos eran calentados por turba, cuyo uso tenía un impacto en el sabor final. Una vez seca, la cebada pasa a llamarse ‘malta’, y es enviada a un molino para ser molida- en cuyo punto pasa a llamarse ‘molienda’.


2.Molido

Para poder extraer azúcar de la molienda, debe añadírsele agua tibia. El agua generalmente proviene de alguna fuente local, y puede influir en el sabor final.

La mezcla de malta y agua suele llamarse simplemente ‘mezcla’. Luego es transferida a un gran recipiente para ser revuelta. Durante este proceso, que dura varias horas, las azúcares comienzan a disolverse y separarse. El líquido producido aquí se denomina ‘mosto’.


3.Fermentación

El próximo paso implica transferir el mosto a grandes tanques en donde se añadirá levadura. Es en este momento que el proceso de fermentación comienza y la levadura puede comenzar a convertir el azúcar en alcohol. Este proceso lleva aproximadamente 48 horas. El líquido fermentado tendrá un contenido alcohólico de aproximadamente 5-10%


4. Destilación

El cuarto paso implica destilar esta última mezcla, y suele hacerse dos o tres veces, dependiendo del país y de la destilería. El proceso de destilación se lleva a cabo en alambiques de cobre, que son utilizados debido a las grandes propiedades en lo que refiere a quitar impurezas. La forma de los alambiques tiene un impacto en el sabor y en otras características del producto final.

Este proceso implica calentar la mezcla hasta que se evapore. Luego en el proceso comenzará a condensarse, lo cual genera un líquido que es inutilizable en principio y que debe ser destilado por segunda vez. La segunda destilación produce 3 tipos de alcoholes. Dos de ellos no son apropiados, y solo el tipo de alcohol que se conoce como ‘corazón de la destilación’ es el que nos permite avanzar al siguiente paso.


5. Maduración

El último paso es la maduración de la bebida. La maduración ocurre en grandes barriles de roble, que ayudan a definir las características del sabor del producto final. Para poder ser legalmente clasificado como whisky, el proceso de maduración debe durar por lo menos tres años.


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